Así que bien desayunados, y con impermeables como fiel aliados y pa' lante. Además a nuestro favor todo estaba a pocos kilómetros y carreteras mas que decentes....
Así que nos fuimos para La Cambe, a visitar el cementerio alemán, y mas que triste este lugar, tanto por su forma como por lo que representa, nos llamó la atención la gran diferencia de trato de un cementerio, el americano con inmensas medidas de seguridad y detalles con casi el "abandono" del cementerio alemán.
Ya sí, ahora ya tocaba y el tiempo nos dio una tregua y pusimos rumbo a Colleville-Sur-Mer, por fin a ver el cementerio americano y no nos defraudó, además de las impresionantes cruces blancas en el césped perfectamente alineadas hay una sala donde se reproducen videos de todos los acontecimientos del día D. Desde allí se ve la playa de Omaha y se puede acceder directamente a ella.
Salimos de estas visitas un poco agobiados pues nos imaginábamos el sufrimiento de toda esta gente en esas fechas.
Ahora nos tocaba ver las famosas baterías alemanas en Longues-Sur-Mer, cercanas playa Gold y Omaha, y dan miedo...jeje.
Una vez en Arromanches y como la marea lo permitió pudimos apreciar el puerto Mulberry, puerto artificial construido para el desembarco de los aliados y a pie de playa está el Museo del Desembarco, aunque nosotros no lo visitamos. El tiempo seguía portándose bien así que decidimos marcharnos para Bayeux, que de momento bien merecía un gran paseo.
Ya en Bayeux, nos tocaba reponer fuerzas y a patear. Pero como ya decía, esta zona climatológicamente hablando es imprevisible.... gran chaparrón que nos cayó.... pero nosotros a lo nuestro, visitando todo lo interesante de este pueblo, no muy grande pero ideal para hacerlo nuestro puerto base para visitar todo lo que habíamos planeado, como así hicimos.
Nos despedimos de Bayeux y de Normadía, día muy intensos en todos los sentidos, pero ilusionados porque nuestro próximo destino era Paris, otro de los motivos de este viaje.
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