Después de un buen desayuno parisino .... café y croissant varias unidades.. jejeje.... listos para iniciar la bajada, acercanos al sur, que es lo que nos gusta, claro somos del sur, como no.
Nos dirigimos a Burdeos, y la distancia según nuestro GPS (que se portó de gran categoría) es de 583 kms, por autopista con su peaje y todo, mira tú que bien, y 600 kms, por nacionales y alguna autovía..... pues nada decidimos ahorrar en peaje.... vamonosss otra vez, eran sobre las diez de la mañana , buena hora, no sé por qué.
Ya preparados en la moto y la lluvia se fue calmando y ya salía hasta algún rayito de sol....pues nada a disfrutar de la carretera.
La salida de París, como ya suponía, la hicimos en largas colas de coches, caravana vamos ... pero claro en Francia a las motos "las respetan" y es curioso pero se echaban hacía los lados de la carretera como haciendome el pasillo de campeón de Liga ... y allá iba yo con mi moto esquivando obstaculos... jajaja. Pues a lo largo de todo el viaje unas cuantas caravanas al llegar a grandes ciudades nos la quitamos de enmedio con este mismo "modus operandi".
Después de varios tramos de autovía tomamos la N20, D927 ... etc.... (ya os digo no prestaba atención al nombrecito de las carreteras, la próxima a lo mejor) recuerdo la N230 que fue la que nos adentró en Burdeos (y porque lo consulté al llegar....).
Antes de llegar a nuestro destino decidimos "papear" unas viandas que teníamos preparadas en una de las áreas de servicio, que por cierto estaba bastante bien y con su bosque anexo...ajajaja. Ya hacía calor, la lluvia pasó a ser historia y nos sobraba ya todo al parar, y claro la Kawa nos servia de percha... la pobre.
Ya en Burdeos localizamos nuestro hotel, de la cadena Ibis el Budget Burdeux Centre Bastide, y como todos con su parking para que descansara con traquilidad "la pequeña". El hotel cerca del centro de la ciudad (un paseo de 15 minutos) y como norma habitual, sin perder tiempo, ducha y ya estabamos dando "volteretas" por Burdeos.
Después de atravesar el puente De Pierre que atraviesa el río Garonne ya nos adentramos en la ciudad en sí.
Sentiamos curiosidad por ver "El Espejo de Agua", que al verlo nos dejó bastante impresionados, bonito bonito si era verdad, que reflejaba los edificios majestuosos (el antiguo Palacio de la Bolsa nos dijeron) el efecto lo hacen con vapor de agua que sale por unos filtros que tienen en el suelo y una capa fina de agua, curioso la verdad.
La verdad que desde esa plaza se recorre todo el casco histórico bastante fácil y sin pérdida, así que seguimos para ver la Plaza Quinconces, el edificio del Gran Teatro, nos recorrimos enterira la Rue Sainte Catherine (claro como no es la calle del comercio), nos topamos con la puerta de acceso a la ciudad (en su época claro) Porte Cailhau, mas adelante estuvimos en la Place de la Victoire (muchas terrazitas alrededor, interesante ummmm!!!)
Ya era la hora de pegarse una buena cervecita, y sorpresa.... llegamos a una terraza que tenia la "happy hour" ....olee otra vez, gran cervezota y pagamos por fin precio normal, 3 eurillos cada una , además el camarero mejicano, todo en español....mejor imposible, el Pub es The Black Vevel y va de tipo irlandés.... de los que me gustan vamos.
Ya repuestos de fuerza seguimos con nuestro paseo, y viendo tiendas, mi copiloto se lo merecía, así que a ver tiendas.
Ya de camino al hotel, cansados buscamos algo para cenar, algo ligerito decíamos, y zas!!! pasamos delante de un restaurante de comida asiática con gran ambiente y mejor aroma, así que pa'dentro... y nos pusimos pua... casi sin querer, es lo que tiene estas cosas sin planificar, gran sorpresa gastronómica.
Ya sí, que sí ... para el hotel y a dormir como benditos, que ya el cansancio se acumula.
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